En el 98% de los casos, la lesión se produce cuando el niño introduce la región anterior del pié entre los rayos de la rueda ocasionando que el movimiento de la bicicleta arrastre el mismo hacia adelante impactando el resto del pie y el tobillo contra el soporte de la rueda, ocasionando una rotación que en algunos casos deriva en una fractura, generalmente del peroné.
En el momento del accidente, se puede producir un desgarro que, según la intensidad del movimiento y la velocidad del traslado, abarcará la región posterior y externa del talón. Además, al momento de intentar retirar el pie de los rayos se pueden producir otras heridas o raspones.
Las lesiones ocasionadas por la bicicleta ocurren en niños de entre 2 y 6 años, que es la edad en la que se los suele llevar en una sillita trasera. También se multiplican con el inicio de la primavera, cuando las familias comienzan a dar paseos en bicicleta. Por eso, es una lesión muy común en los countries o barrios residenciales.
¿Cómo prevenir?
El porcentaje de estas lesiones es elevado y para disminuir este tipo de accidentes se recomienda la protección de las ruedas delanteras y traseras. Para proteger la rueda trasera se pueden utilizar las mallas protectoras o bien el uso de asientos con protectores plásticos de apoyo del pie diseñados a tal efecto.
¿Cómo reaccionar?
El cargo de culpa, muchas veces no le permite al adulto que lleva al niño, reaccionar, pero se aconseja una vez detenido el rodado no intentar sacar el pie a la fuerza sino que se deben soltar o abrir los rayos de la rueda, para evitar producir un daño mayor. Limpiar adecuadamente con agua la zona afectada y dirigirse al centro asistencial más cercano.
Fractura de fémur
Fractura de rodilla
Fractura diafisiaria de la tibia
Fractura de tobillo
Fractura de pié