La localización más frecuente es el tercio medio (60%)
El desplazamiento de los fragmentos se explica por la situación del trazo de fractura en la diáfisis humeral. Si la fractura está situada entre el manguito rotador y el pectoral mayor, la cabeza humeral se desplazará en abducción y rotación interna. Si se localiza entre el pectoral y la inserción del deltoides, el fragmento proximal se colocará en adducción y el distal se desplazará hacia fuera. En las distales a la inserción del deltoides, el fragmento proximal se colocará en abducción por la acción del deltoides y del bíceps, que provocan con su contracción un acortamiento de la longitud del brazo. En las fracturas proximales al supinador largo y los extensores, el fragmento distal se encontrará desplazado en rotación externa
Tratamiento Incruento
Se han descrito numerosos métodos para el tratamiento conservador de las fracturas de la diáfisis humeral, tales como yesos, férulas, vendajes de Velapeau y otros. Clásicamente se habían utilizado el yeso toracobraquial, la tracción al cénit transolecraneana y el yeso de Caldwell, que actualmente están completamente proscritos. En la actualidad las férulas funcionales tipo brace son el método de tratamiento más ampliamente aceptado.
El tratamiento ortopédico resulta de elección en gran parte de los casos. Entre el 85 y el 95% de pacientes obtienen resultados buenos o excelentes.
La deformidad en varo es habitual, sin embargo, las angulaciones moderadas (menor de 20º en dirección anterior y de 30º en varo), las rotaciones y los acortamientos de menos de 3 cm, son bien toleradas estética y funcionalmente.
Puesto que el brace no inmoviliza las articulaciones adyacentes a la fractura, permite una recuperación funcional rápida
Tratamiento Quirúrgico
En general se reserva para aquellas fracturas, que por sus características, es predictible que el tratamiento ortopédico proporcione malos resultados como por ejemplo, cuando existe una incapacidad para mantener la alineación de la fractura con ortesis funcional (angulación >15º). También está indicado cuando hay incumplimiento del uso, intolerancia a la ortesis o fracaso del tratamiento ortopédico (ausencia de callo entre las 12 y 16 semanas).
Está especialmente indicado en aquellos pacientes graves en los que la estabilización de la fractura pueda aportar beneficio en los cuidados y la movilización del paciente. Es de elección en las fracturas abiertas tipo III de la Clasificación de Gustilo y Andersen, fracturas en el contexto del paciente politraumatizado con traumatismo torácico, fracturas ipsilaterales múltiples y/o traumatismo craneal, pacientes que requieren reposo prolongado o bien pacientes que presentan una fractura de húmero bilateral.
El tratamiento quirúrgico también permitirá un mejor manejo de otras lesiones de la extremidad. Estará indicado en el codo flotante (fractura ipsilateral de cubito y radio), en las fracturas asociadas a lesión de la arteria braquial o del plexo braquial y en las fracturas que presentan lesiones de estructuras contiguas (articulares, musculares o tendinosas).
En cuanto al tipo de estabilización a utilizar, encontramos que los estudios aleatorizados comparando los resultados entre el enclavado endomedular y la osteosíntesis con placa han mostrado resultados contradictorios. No obstante, ambos proporcionan resultados satisfactorios en la mayoría de pacientes
En nuestra experiencia el enclavado endomedular flexible ha sido nuestra elección.
Tratamiento Incruento
Enclavado Endomedular
Fractura de fémur
Fractura de rodilla
Fractura diafisiaria de la tibia
Fractura de tobillo
Fractura de pié