En la radiografía de perfil se observara una alteración en el desarrollo del núcleo de osificación de la tuberosidad.
La finalidad del tratamiento es eliminar el dolor, mientras se intenta mantener, tanto como sea posible, las actividades del chico. Esto se puede conseguir normalmente a través de una combinación de elongación, hielo local y medicación antiinflamatoria.
Después de la actividad física se coloca hielo durante 15 minutos sobre la zona dolorida. La medicación antiinflamatoria puede ayudarnos a controlar el dolor. Muchos chicos responden a estas medidas, y pueden continuar con sus actividades deportivas.
En el caso de que la sintomatología no le permita realizar ninguna actividad, se puede recurrir a la inmovilización de la rodilla por medio de un “Brace” que deberá utilizar por el término de 4 a 6 semanas. El objetivo es evitar que el cuadriceps continúe tracccionando sobre la zona debilitada.
La avulsión que produce esta afección se manifiesta como un “bulto” bajo la rodilla. El fin del crecimiento cura la afección, pero el “bulto” no desaparece y persiste en el adulto, provocando en algunos casos molestias en la edad adulta al golpearse o arrodillarse.