Es típico del niño pequeño durante los 2 primeros años de vida, especialmente si ha empezado a caminar precozmente, los pañales mantienen la deformidad.
En el momento del nacimiento el niño presenta un ángulo entre el fémur y la tibia de aproximadamente 30°, con el crecimiento este ángulo va disminuyendo hasta 0°, valor que se alcanza cercano a los 2 años de vida y posteriormente este ángulo se hace negativo en forma progresiva, dando como manifestación clínica el Genu Valgum (rodillas pegadas), hasta los 7 años aproximadamente, edad en la cual este valor se normaliza hasta los valores del adulto de 5° en el hombre y 10° en la mujer.
Algunos niños presentan un genu varum más acentuado que otros y generalmente se acompaña de Torsión Tibial Interna, en estos casos hay que hacer énfasis en un diagnostico precoz y decidir si es necesario o no implementar medidas terapéuticas.
Es importante descartar las siguientes enfermedades:
La enfermedad de Blount. Se trata de una alteración del cartílago de crecimiento de la tibia proximal que provoca una deformidad progresiva.
Enfermedad de Blount
Enfermedades metabólicas que cursan con trastornos en la osificación. Entre ellas destacan las de origen renal como el raquitismo hipofosfatémico.
Raquitismo hipofosfatemico familiar
Displasias esqueléticas: Son trastornos congénitos del desarrollo óseo. Suelen ser niños de muy baja estatura con afectación ósea múltiple.
Displasia Esquelética de Schmid.
Si no existe un proceso patológico subyacente el Genu Varum fisiológico no precisa más tratamiento que la observación durante los años de crecimiento para comprobar la corrección.
Cuando el genu varo sobrepasa los valores normales, especialmente si existe alguna enfermedad ósea como las comentadas, está indicada la cirugía correctora.
La resolución desde el punto vista quirúrgico esta reservada para aquellos casos graves ó que causen problemas estéticos y funcionales en los niños mayores y adolescentes.
Blount izquierdo corregido con Tutor Externo