El pie es una de las primeras partes del cuerpo que alcanza el crecimiento completo. Esto usualmente ocurre al comienzo de la pubertad. Durante este tiempo los huesos con frecuencia crecen más rápido que los músculos y tendones. Como consecuencia, los músculos y tendones se hacen más tensos.
Es una de las causas más frecuentes de dolor del talón en el niño, especialmente entre los 10 y los 13 años, aunque también puede afectar a niños más pequeños. La incidencia es mayor en varones.
El niño refiere dolor en el talón después de la práctica más o menos intensa de actividades físicas o de una larga marcha.
La finalidad del tratamiento es eliminar o aliviar el dolor a la vez que se intenta mantener las actividades, tanto como sea posible, aunque inevitablemente el niño debe disminuir o interrumpir cualquier actividad que le ocasione importante dolor.
La utilización de una talonera blanda (goma o silicona) o la medicación antiinflamatoria pueden ayudar a aliviar las molestias.
En los casos más severos se puede hacer fisioterapia antiinflamatoria y ejercicios de estiramiento. En casos extremos con mucho dolor y fracaso del tratamiento médico, se puede inmovilizar el tobillo.
Esta afección es cíclica y tiene episodios de dolor y de remisión. Pueden pasar días o semanas sin síntomas y luego volver a presentarlos.
Con el fin del crecimiento de los pies (15 años aproximadamente) se cierran los cartílagos y finalizan definitivamente las molestias.